Uno de los productos culinarios emblemáticos
del Totonacapan, sin duda es el Zacahuil, un platillo que destaca dentro
de la riqueza gastronómica de la región, mismo que a pesar de que puede
ser preparado de diferentes formas y con diversos ingredientes, sigue
conservando su sabor especial.
En México hay más de 500 tipos diferentes de tamal, los que se pueden distinguir por su relleno, tamaño, cocimiento y envoltura; no obstante, uno de los más grandes y de mayor consumo es el Zacahuil, que llega a medir hasta dos metros de largo, un metro de alto y 60 centímetros de ancho, claro, sus dimensiones e ingredientes pueden variar dependiendo del lugar y como se cocine, pues este alimento es preparado también en otras entidades de la República como lo son San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo y Querétaro, por los que atraviesa la Sierra Madre Oriental.
Sin embargo la región que nos ocupa es la zona norte del Estado, donde los habitantes han elegido, como tradición, el día domingo, específicamente por las mañanas para consumir el Zacahuil, algunos lo degustan al salir de misa, otros lo llevan a la mesa de sus hogares para disfrutarlo con sus familias, en municipios como Tuxpan, Gutiérrez Zamora, Tecolutla, Tamiahua, Poza Rica, entre otros, el sacahuil es ya una tradición.
El Zacahuil, es preparado típicamente en Papantla a base de “masa martajada”, chile huajillo o de color, ajo, tomate, sal, agua, pimienta y con respecto a la carne puede utilizarse de cerdo, de pollo o hasta marisco.
Se cocina regularmente en hornos de barro, lugar a donde asisten varias personas, los sábados por la tarde, llevando sus “ollas” para cocerlas, estas se mantienen a fuego moderado durante toda la noche, aproximadamente por 12 horas, para lograr una cocción precisa y uniforme.
Este platillo también cuenta con una manera especial para servirse, puesto que se hace directamente de la olla, caliente, en porciones abundantes, utilizando un plato hondo sobre el cual se coloca una hoja asada de plátano, se le acompaña con chiles jalapeños, filetes de cebolla, y rebanadas de zanahorias, todo esto encurtido en agua con vinagre y especias; al tratarse de un alimento que se consume regularmente en el desayuno, es común acompañarlo también con un café de olla endulzado con piloncillo y canela.
Para concluir, cabe hacer mención que la palabra “Zacahuil” significa en Huasteco, “bocado grande”, este platillo de origen prehispánico era rellenado en un principio con carne de jabalí, venado, faisán, codorniz, armadillo y víbora, resaltando que los habitantes de la Huasteca, totonacas, nahuas, tepehuas, téneek, lo ofrendaban a sus dioses a cielo abierto a fin de que estos les trajeran lluvias para sus cultivos.
En México hay más de 500 tipos diferentes de tamal, los que se pueden distinguir por su relleno, tamaño, cocimiento y envoltura; no obstante, uno de los más grandes y de mayor consumo es el Zacahuil, que llega a medir hasta dos metros de largo, un metro de alto y 60 centímetros de ancho, claro, sus dimensiones e ingredientes pueden variar dependiendo del lugar y como se cocine, pues este alimento es preparado también en otras entidades de la República como lo son San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo y Querétaro, por los que atraviesa la Sierra Madre Oriental.
Sin embargo la región que nos ocupa es la zona norte del Estado, donde los habitantes han elegido, como tradición, el día domingo, específicamente por las mañanas para consumir el Zacahuil, algunos lo degustan al salir de misa, otros lo llevan a la mesa de sus hogares para disfrutarlo con sus familias, en municipios como Tuxpan, Gutiérrez Zamora, Tecolutla, Tamiahua, Poza Rica, entre otros, el sacahuil es ya una tradición.
El Zacahuil, es preparado típicamente en Papantla a base de “masa martajada”, chile huajillo o de color, ajo, tomate, sal, agua, pimienta y con respecto a la carne puede utilizarse de cerdo, de pollo o hasta marisco.
Se cocina regularmente en hornos de barro, lugar a donde asisten varias personas, los sábados por la tarde, llevando sus “ollas” para cocerlas, estas se mantienen a fuego moderado durante toda la noche, aproximadamente por 12 horas, para lograr una cocción precisa y uniforme.
Este platillo también cuenta con una manera especial para servirse, puesto que se hace directamente de la olla, caliente, en porciones abundantes, utilizando un plato hondo sobre el cual se coloca una hoja asada de plátano, se le acompaña con chiles jalapeños, filetes de cebolla, y rebanadas de zanahorias, todo esto encurtido en agua con vinagre y especias; al tratarse de un alimento que se consume regularmente en el desayuno, es común acompañarlo también con un café de olla endulzado con piloncillo y canela.
Para concluir, cabe hacer mención que la palabra “Zacahuil” significa en Huasteco, “bocado grande”, este platillo de origen prehispánico era rellenado en un principio con carne de jabalí, venado, faisán, codorniz, armadillo y víbora, resaltando que los habitantes de la Huasteca, totonacas, nahuas, tepehuas, téneek, lo ofrendaban a sus dioses a cielo abierto a fin de que estos les trajeran lluvias para sus cultivos.
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